El investigador Leopoldo Ruiz, alude a la máscara-careta con sus siguientes palabras:
Despedirnos de un familiar por Covid-19 es terrible, pero perder a un médico o a un enfermero es quizá más trágico pues ello pone en riesgo a cientos de pacientes que dependen del cuidado de estos profesionales; por ello, cuando nos vimos en la posibilidad de apoyar, en el Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva y Digital decidimos que —para lograr mayores impactos y salvar aún más vidas—, lo mejor era proteger al personal sanitario de eventuales contagios.
Máscara-careta que no únicamente crearon en el campus; sino que manufacturaron y donaron a hospitales de la Ciudad de México y Monterrey, y de igual forma a los planos e instrucciones que subieron a la red para cualquiera pudiera hacerse una, ya que una de las ventajas de su diseño es la de ser escalable (es decir, lo mismo puede armarse en casa que producirse en serie). “Muchos han descargado la información —sobre todo en estados del norte— y calculamos que ya hay 50 mil de estos dispositivos circulando por el país (tan sólo nosotros donamos 14 mil). Nos siguen llegando solicitudes, y todo comenzó como una petitoria por parte de un grupo de médicos que querían seguir adelante con su trabajo, y que necesitaban hacerlo en las condiciones más seguras posibles”.