Ocotlán celebra hoy la fiesta del “Señor de la Sacristía”

Estilo de vida

Oaxaca cuenta con hermosas tradiciones, muchas de ellas con profundo sentido religioso. Tal es el caso de la fiesta del “Señor de la Sacristía”, que se celebra en Ocotlán de Morelos en torno al 15 de mayo.

El Padre Aristeo de la Vega Cacho, que de Dios goce, quien fue párroco de ese lugar por veintitrés años, alguna vez me platicó que, según le narraron la historia algunos pobladores de Ocotlán, aproximadamente en el siglo XVII o XVIII había ahí un señor de muy buen corazón y muy querido en la población, su nombre era Gregorio Gómez; él se dedicaba a realizar obras altruistas, como alojar a los arrieros en su domicilio, ofreciéndoles alimentos calientes, un lugar para dormir y dónde amarrar a sus animales. Fue así como conoció a un arriero que traía imágenes religiosas de Guatemala para expenderlas en nuestro Estado. Don Gregorio Gómez le pidió que le trajera una imagen del Señor Jesús crucificado; tiempo después, el arriero le llevó tres imágenes para que eligiera, las dos primeras que le mostró, no satisficieron las expectativas de don Gregorio Gómez, pero la tercera imagen que le enseñó, lo cautivó, por lo que inmediatamente la compró; se dice que la primera y segunda imagen que el arriero le mostró, finalmente fueron trasladadas a los templos de Asunción Tlacolula y San Pablo Huixtepec. Don Gregorio Gómez, dispuso un lugar especial en su casa para colocar la imagen del Señor; hasta ahí llegaba la gente para venerarla; pronto creció tanto la devoción del pueblo, que don Gregorio Gómez platicó con el fraile, encargado del Templo de Ocotlán, para trasladar la imagen a ese lugar. 

Permíteme hacer un paréntesis, para recordar que, desde el 03 de agosto de 1555, llegaron los frailes dominicos a Ocotlán; fundaron un majestuoso Templo en honor a su Santo Patrono “Santo Domingo de Guzmán”; y fue una de las últimas parroquias que administraron, hasta febrero de 1855, con el fraile Feliciano Paz. Ocotlán (erigida ciudad, desde 1926), cuenta también con un exconvento dominico, restaurado y convertido en Museo por la Fundación del famoso pintor, el maestro Rodolfo Morales quien,preocupado por preservar y desarrollar la cultura del lugar, tuvo a bien brindar su apoyo económico para la restauración de muchos centros de culto católico, tanto en Ocotlán, su ciudad natal, como de otros sitios oaxaqueños. 

Retomando el tema, la imagen de Jesús en la Cruz, propiedad de don Gregorio Gómez, fue trasladada al Templo de Ocotlán, ubicándola justamente en la Sacristía; por ello, cuando se corrió la voz, se decía “vamos a ver al Señor, a la Sacristía”, de ahí le quedó el Nombre. Con posterioridad, en el muro sur del Templo, se construyó una capilla lateral en honor al Señor de la Sacristía, y se trasladó la imagen hasta allá, pero conservó su nombre. Su capilla, se distingue por su decoración neoclásica-abarrocada, terminada en blanco y oro; en su retablo principal, obviamente, destaca la imagen del Señor de la Sacristía, pero también cuenta con una pintura al óleo dedicada a la Virgen del Rosario, con marcados rasgos mestizos. Respecto a la Sacristía, que inicialmente albergó la imagen de Jesús; hace más de dos décadas que, atinadamente, fue convertida por su entonces Párroco, Aristeo de la Vega, en la Capilla del Santísimo; ahí los fieles pueden acudir para pasar unos momentos de íntima compañía con el Señor, verdaderamente presente en la Eucaristía. 

Hay varias actividades en torno a la fiesta del Señor de la Sacristía, como novenario, calenda y, por supuesto, varias Celebraciones de la Santa Misa el día domingo; una costumbre muy hermosa, es llevar a los niños un día antes de la fiesta, con una coronita de ramitas, en recuerdo de la corona de espinas, para que acompañen la imagen de Jesús que es trasladada, en solemne procesión, desde su Capilla habitual hasta el Altar Mayor, en donde recibirá la veneración de la numerosa feligresía, que año con año acude, con gran fe en nuestro Salvador.  

La fiesta del Señor de la Sacristía en Ocotlán, además de que propicia la unión y la preservación de la cultura de esa Ciudad, principalmente, permite avivar la fe de la gente, al recordar la trascendencia del Sacrificio Redentor de Jesucristo, quien con su Muerte en la Cruz y su Gloriosa Resurrección ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal. ¡Que así sea!

LUBIA ESPERANZA AMADOR.

lubia_ea@hotmail.com.mx

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